Sentirte como te siento










              Hay algo que no me deja
decirte lo que yo siento
por que me ahoga el corazón
y lo detiene por momentos.

   Y te siento cálida y pura,
cercana… y con ese el aliento,
que me inunda mi interior
de tibios y bellos momentos.

   Y saber que tú me imploras
que te ame a fuego lento,
con calidez y pasión
dando todo lo que llevo dentro.

   No me pidas que te haga
el amor… en silencio
por que necesito gritar
todos nuestros deseos al viento.

   Y tú besas mis labios
y yo… los retengo,
mi corazón se acelera
y el tuyo suspira un lamento.


   Mis manos acarician tu piel,
 buscando el tacto de tu pelo
tu olor embarga mis sentidos,
me vuelven loco tus pechos.

                             Juntos nuestros cuerpos yacen
curvas que enlaza lo bello,
marcándonos nuestras almas
y fundiéndonos en lo etéreo.

                                              










             

Desde mi balcón




  Recostado en mi balcón
la mañana se abre viva,
los pájaros trinan risueños
y ese gorjear me maravilla.

  El sol se despierta sereno
desplegando rayos que dan vida
enamorándome con su aurora,
iluminando la mañana fría.

  Los pinares aletargados
bostezan y abren sus piñas,
sus ramas verde aceituna
todo el sendero encandilan.

  El silencio se hace etéreo
anegando las callejillas
de un suave aroma a geranios,
hortensias y bungavillas.

  Y el cielo cargado de nubes
que deslumbran y tanto fascinan
vigilan la cándida mañana
que a mi tanto me cautiva.

  Las veredas y los caminos
luciendo sus florecillas
enmarcan todo el paraje
que todo artista pintar querría.

  Cierro los ojos y pienso
que ser más dichoso no podría
y desde este balcón de la Zubia
estaría soñando toda mi vida.